«Madurar es perder los miedos»
¿Qué es la terapia gestalt?. El creador de este tipo de terapia, Fritz Perls, la definía como «tengo ojos y no tengo miedo» y con eso quería decir que para sanar hay que atreverse a afrontar las cosas, los sentimientos… ¿Y cómo afrontamos los sentimientos y la vida?. Tenemos que sumirnos en la propia experiencia y entregarnos a la espontaneidad e integridad profunda; alentar nuestros auténticos deseos, intereses y necesidades, integrar nuestros aspectos rechazados, liberarnos del policia interior. ¿Qué es la ansiedad? La ansiedad es tener conciencia de un naufragio interior, nos damos cuenta de que la propia vida no funciona, que uno está fracasando en lo importante. ¿Porqué esa desorientación? La sociedad actual nos empuja a la ansiedad, a la neurosis. El ser humano es intrínsecamente bueno, pero la civilización acaba por enfermarlo. Básicamente, el dominio de la voluntad de poder sobre la voluntad de amor nos enferma.
«Contactar con las emociones». ¿En qué consiste eso?. Consiste en no huir de las emociones desagradables, detenerse a contemplarlas y vivenciarlas. Porque no se puede arreglar una cosa sin mirarla, sin entrar en contacto con ella. Si no te muestras tus emociones, nunca las aceptarás y ese es el primer paso. Hay que hacerles espacio. ¿Y después? Las emociones se transforman en algo más natural. Cuando vemos lo que hacemos, nos distanciamos de ello, hasta nos podemos reir. Entonces, más relajados, podemos dejar de actuar como hasta el momento, reaccionando automáticamente. Póngame un ejemplo. A veces, nos sentimos solos aun estando rodeados de personas. Si nos ponemos en contacto con ello, veremos que su origen es una sed de amor, muchas veces inconsciente. Si nos damos cuenta, podemos dejar de prostituirnos para conseguir afecto, de mostrarnos como no somos para que nos quieran… Cuando maduramos y comprendemos esa sed de amor universal, nos lo tomamos con tranquilidad y ya no corremos como locos buscando llenar ese vacío. Calmamos nuestra desazón… Estoy triste, pero yo no soy mi tristeza. Me doy cuenta de que la emoción es un estado pasajero con el cual no me identifico. Esa ansia de amor insatisfecha ya no es tan dramática y vamos sanando la neurosis. Usted dice que la persona con un trastorno emocional está más cerca de la verdad. La persona a quien le duele el alma está un paso por delante de los demás. La mayoría de la gente está en un estado de amputación, un poco descerebrada a fuerza de enterrar su problema. El neurótico está un poco más despierto. Su dolo es una llamada a arreglarse por dentro y eso ya es un avance.
(Extracto de la entrevista que le hizo Rafael Santandreu para la revista Mente Sana)